domingo, 16 de enero de 2011

Habrá que darle tiempo (¿cuánto?) al tiempo

Esa muchacha, la que escribe, yo creo que está enamorá. Ya sé, lo correcto es enamorada, pero ando irreverente y ella se ha tirado de cabeza… Bueno, yo no lo creo, lo sé. Mi preocupación no es el enamoramiento, ni las mariposas en el estomago, ni las conversaciones al teléfono a medianoche, ni las juergas hasta el otro día. ¿Sabrá ella con quien se está metiendo?
Seamos justos, nadie sabe con quién se mete. No se sabe ni de uno mismo. La vida se encarga de enseñarnos eso. Los sube y baja de pasiones, problemas, malos entendidos, el nebuleo, momentos sublimes, amorosos, solidarios y la cotidianidad, que también a algunos les pesa.
A veces estoy segura de que encontró a la orna de su zapato, a su complemento, a su socio en la vida… y otras tengo mis dudas. Porque todavía no tengo claro si ella es eso también para él. Sigue haciendo falta dos para bailar tango… o salsa, o lo que sea. El asunto es que prefiero no preguntarle a él. Ni siquiera sé si habla con cabras, o si ya sabe su respuesta. Prefiero darle la oportunidad de que demuestre, que revele día a día lo que sienta y lo que está dispuesto a hacer. Para mí lo que cuenta es lo que se hace, no lo que se dice. Hay tanta gente por ahí que dice una cosa y actúa conforme a otra muy diferente. Los humanos son así.
Quererse es un compromiso, independiente del título de la relación. Un compromiso con la honestidad y la lealtad. O si no, ¿cómo se le puede dar realmente la oportunidad, a la persona y a la relación?
Esta muchacha cuando dice tomarse un riesgo se lo toma en grande. Lo he visto otras veces, no necesariamente con cabritos, digo con hombres. Habrá que darle tiempo (¿cuánto?) al tiempo, a ver qué pasa. Tendré que monitorearla.
Esto nos ha pasado a muchos (hasta a mí con el cabrito pinto), así es que si alguien puede disparar un consejo que de verdad sirva… ¡que por favor me escriba!

2 comentarios:

  1. ay, pepa...! mija el tiempo no existe ... sólo el ahora, el presente; ahí te encuentras TÚ y la esencia... la propia vida. Así que dígale a esa muchacha: A vivir que pa' luego es tarde!
    dígale a esa muchacha que me llame y si quiere vienen las dos... que venga a filosofar y cuentear un rato... tú sabes... pa' hablal...

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  2. Muy bien mascado, digo, dicho!! Que tampoco hay que tomarse las cosas tan en serio. Como dijo una cabrita argentina que conocí por las pampas... "a coger que el mundo se acaba"!!

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